Lluvia y silencio se funden... se mezclan en lo purista y danzan indelebles en el frio.
Lluvia y silencio se tocan... reinventan el arte sexual de masturbar el alma.
Lluvia y silencio se extrañan... sincronía a la distancia, frigidez en el rostro.
Lluvia y silencio se odian... se gritan truenos, se responden destellos.
Lluvia y silencio se miran... la forma en que las quimeras sobreviven.
Lluvia y silencio se exilian... luz y penumbra en un instante.
Lluvia y silencio se excitan.... manjares devorados por las pupilas carnales.
Lluvia y silencio se repiten... llagas en el corazón, caminos del azar.
Lluvia y silencio se duermen... la anestesia del espíritu errante.
Lluvia y silencio se mueren... es la palabra seca, el ultimo bastión del recuerdo.