20 oct 2009

Keops

Me resulta entrañable desteñir los renacimientos, pero el día de hoy, mi austeridad ha caído estrepitosamente; la imagen de mi entorno cantándole a los faros no me resulta sorprendente, lo que me asombra es la verídica exactitud con la que ahora mi sombra resalta en la penumbra.

Me sorprendo susurrándole a la química como olvido el café con ahínco, y once pasos después de la media noche se cuela ingrávida tu cicatriz en mi paladar a pesar de mi suspicacia por ventilar lo esotérico... deje de creer que no creo.

Yo que había decidido ser quimera y manjar de la perversión austera me denoto ahora contemplando el eclipse en tu nariz, aplaudo la escasez de gentilezas hipnóticas y dibujo la simbiosis de tus caderas y mis manos. A grandes trazos desnuco la humedad en mis dedos pues ahora quiero tomar prestada la piel de tu espalda para que exhale en mis uñas.

Poco a poco se dispersa la linea entre la metáfora y la metamorfosis, lentamente fusilo tus ojos con el paraje cóncavo de lo urbano como trasfondo y aun no logro fundir a Monet con Wilde en el escupitajo de mis pupilas. Es hermosa esta frustración de no despreciar la danza de tu lengua sobre mi voz y me entrego a la evidencia dactilar de tu magnetismo en mis manos.

No es casualidad la inversión de sueños en estas confesiones apretujadas pues me resulta fácil hablar de la parábola anímica de la vida, siempre y cuando sea tu imagen el musgo que guía a las hojas hacia el oeste del bosque.

Al final de este verso sacudo las migajas de aire solapadas en mi discreta esencia y me entrego a tus obsesiones y complejos... no es rendición sino elección y debo admitir que los colores en este corazón son un matiz de la fulminante bofetada del hermoso destino.

Saboreo las jaleas musicales, las aves de pasto, la perfecta química de lo indeleble y la sinopsis salival de dos mundos enteros en la brevedad de tus mejillas... porque esto es mas que el perfil de mi sinceridad, esto es simplemente tuyo... si querida mía, es a mi a quien describo... es a ti a quien escribo.

10 oct 2009

Miocardio

Pactamos la hora y el deseo, el peón blanco avanza un paso doble y yo cargo este daltonismo emocional... y aun es verdad y lo admito, que todavía dejo que dejes tu huella semidesnuda filtrándose por ahí; el alfil negro derriba al descuidado equino y yo me sueño una galaxia en celo febril. Aun olfateo la crema que vertía en tu vientre y asumo con delicada obsesión que es tu dermis la que vive en el recipiente.

La torre se desploma sin aviso a merced del potro, me declaro dócil al recuerdo para evadir este solfeo atropellado... la reina se desangra sobre su traje de mármol y evito el jaque con un enroque corto para contrastar las noches largas. El amanecer induce al sol a espiarme y solo me resta despilfarrar la manía analítica en lo que hoy acontece; mi encierro se delinea en lo pragmático aunque le guiñe un ojo a tu subjetividad... cae el ultimo alfil.

Resquebrajo los cien ayeres de mi ultima historia vespertina para no encontrarme nunca mas entre los iracundos; el peón negro avanza en solitario por el flanco izquierdo. Hoy mis labios fueron estremecidos nuevamente por el estrógeno inocuo de lo permitido, y aun así, yo todavía me reservo en un barril de cedro para añejarme mas.

Galanteo y señorío he dejado marcado en estos versos míos; sórdido es el ahogo de un grito olvidado en tu cuello... jaque. Displicencia he mantenido en el juego de las damas y me resulta ilógico coronar y besar; dedico mis artes al monologo insípido de aprender y retomo la cuadricula asesina para evitar la primera fila de lo anexo. Hoy asumo la victoria, he ganado!

Mate!!

8 oct 2009

Insubstancial


De mentalidades es mi existir, y así comienzo mi breve recorrido por las venas inocuas de mi absurdo interno.

1-Me prefiero en traje difuminado para no perder la esencia del todo pues desmembrarme en lo sutil no deja lineas que leer, pero si asombro... eso dicen, y eso me gusta creer.

2-Mi hastío pretende salvar lo infame, desvirtuar lo obsceno y reaccionar a lo conocido pues no controlo mi veneno.

3-El cianuro nunca me resulta efectivo y acabo olvidando todo al compas de ritmos eternos.

4-El aire lo destrozo con mi agudeza verbal, única cualidad que estoy dispuesto a mostrar de gratis.

5-Una leve angustia me acompaña en mi reconfortante soledad, pues lo abrasivo sorprende como un espasmo en lo común.

6-Odio ser el que divide lo mágico de lo digerible. Odio ser yo el que cree en lo propio y no que los ajenos reconozcan mi existencialismo sobrio.

7-He decidido vivir solo, puerta abierta a quien desee entrar siempre y cuando jueguen al trueque... lo anterior es mas por aprendizaje que por elección.